Hace unas tres semanas, entre el 23 y el 25 de junio, Deià voló por primera vez. Ahora se mantiene en las proximidades del nido donde sus padres le aportan alimento y lo vigilan. De momento sus movimientos son torpes y a duras penas revolotea por las rocas, pero pronto comenzará a tomar térmicas y se elevará hasta poder conectar con alguna señal de telefonía móvil y podremos empezar a conocer sus movimientos con mayor precisión.
El 6 de junio de 2014, cuando Deià contaba con 47 días, un equipo del LIFE BONELLI y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) accedió al nido para poder marcarlo con un emisor GSM, que emite sus movimientos cada hora vía telefonía móvil. Además, también se le tomaron muestras biológicas (sangre y plumas) para conocer su estado de salud y restos de comida del nido para saber más acerca de su alimentación. El operativo fue organizado por el COFIB con el asesoramiento de GREFA, que cuenta con gran experiencia en este tipo de actuaciones.
El seguimiento realizado previamente por el COFIB y sus colaboradores (IBANAT, Agentes de Medio Ambiente y voluntarios especializados), permitió afinar al máximo la edad del pollo. Este dato es muy importante para garantizar que el ejemplar tiene el crecimiento adecuado, pero no más, para poderlo marcar con todas las garantías.
Así mismo, el equipo de seguimiento del águila de Bonelli de la Universidad de Barcelona proporcionó un protocolo de marcaje y de toma de muestras, además de ofrecerse a analizar la dieta del pollo mediante la técnica del análisis de isótopos radioactivos acumulados en las plumas.
El proceso de acceso, marcaje y toma de muestras fue filmado en video y montado por Francisco Alburquerque.
Buena suerte para Deià, el primer pollo de águila de Bonelli mallorquín.