As a further development of the work done in Mallorca in 2015 within the framework of Life Bonelli, six chicks have been released by COFIB by hacking.
Este año en Mallorca hemos probado un nuevo método de suelta para el proyecto LIFE Bonelli: la jaula-hacking. Ha consistido en emplazar en la zona de liberación (un pequeño valle de la zona central de la Serra de Tramuntana) el nido donde se colocaron los pollos que iban a ser reintroducidos. En esta gran instalación cerrada pueden desarrollar sus primeros vuelos y cazar sus primeras presas vivas, con menos riesgos. Este método se inspiró en otras experiencias, como el reforzamiento de águila de Bonelli en Israel (Ohad Hatzofe, com. pers.) o la reintroducción del milano real en Italia (Guido Ceccolini, com. pers).
El 15 de junio, tras un mes y medio de la llegada a Mallorca de las primeras águilas de Bonelli del año, abrimos la jaula-hacking. Nuestras amigas se movieron por la zona en esos primeros vuelos, disfrutando de su libertad, y se acostumbraron a comer en los puntos de alimentación que cebaba el personal del COFIB con la ayuda de voluntarios. Hasta finales de agosto, cuando comienzan a abandonar su zona de liberación, fueron ampliando su área de campeo y perfeccionando sus técnicas de caza y de vuelo.
Escorial es el tercer ejemplar de los seis liberados en 2015, junto con Estero y Era de Ronda, que en condiciones naturales habría muerto, pero que gracias al seguimiento telemétrico pudo ser salvado. Este ejemplar comió el pasado 21 de junio por la mañana y después se fue "de excursión" a unos 20 kilómetros al sur, en un tipo de vuelo exploratorio no exento de riesgos para aves tan inexpertas. Estepona hizo lo mismo, pero regresó de nuevo a la jaula-hacking sin problemas. Sin embargo, Escorcial, en vez de volver a la zona de liberación, tomó la decisión errónea de seguir hacia al norte.
¿Qué cómo acabó esta aventura un tanto peligrosa? Pues Escorial terminó posándose en una zona de carrizo de la periferia del Parque Natural de la Albufera de Mallorca, de la que al parecer no tuvo fuerzas para salir. El 27 de junio por la mañana se le recapturó, tras seis días sin comer. En el Centro de Recuperación de Fauna del COFIB se la recuperó con relativa facilidad ya que, afortunadamente, su estado de salud no estaba muy perjudicado. El 2 de julio se le llevó de nuevo a la jaula-hacking, que se abrió al día siguiente. Escorial salió y se encontró con sus ‘hermanos’ de hacking, uniéndose a sus rutinas del día a día. Afortunadamente, no volvió a tener problemas.
La presencia de seis juveniles de águila de Bonelli (y también la comida fácil que se encuentra en el punto de alimentación creado en la zona de reintroducción), ha atraído a otros ejemplares de la misma especie. Tanto es así que se han detectado al menos otras cuatro águilas de Bonelli en la zona:
Uno de estos cuatro visitantes es un adulto no identificado. No lleva emisor y no se ha podido comprobar si lleva anilla. Se acercó a los ejemplares volanderos al menos dos días. Pero la relación era distante y solía irse enseguida, tras hacer amagos de ataques. Deià, el pollo nacido en Mallorca el año pasado, se concentró durante los meses de junio y julio en el entorno del hacking, con visitas puntuales a la zona de liberación. En agosto abandonó la zona para irse de nuevo a su área de dispersión, donde también coincidió con algunos de los volantones.
Darwin y Dalía, liberados de pollo el año pasado, llegaron a finales del pasado julio a la zona de reintroducción y se quedaron hasta finales de septiembre. En este caso no se quedaron en el entorno, sino en el mismo punto de liberación. Aprovecharon desde el principio la comida del punto de alimentación, junto con los pollos de este año. Esta frecuentación de otros ejemplares es positiva para los volanderos, que pueden aprender mucho del comportamiento de aquellos.
A finales de agosto, las águilas de Bonelli liberadas en Mallorca en 2015 abandonaron la zona de reintroducción y se asentaron en áreas tranquilas y con mucha comida, por lo general en la comarca del Mitjorn, de manera que ya no regresaron al punto de suelta. Las áreas de dispersión suelen coincidir con las seleccionadas por juveniles de otros años y, de hecho, algunos de segundo año siguen frecuentándolas y se han encontrado con los de este año.
Gracias a los nuevos emisores de localización de E-OBS podemos saber los movimientos de las águilas cada cinco minutos. Así es fácil detectar cuando utilizan apoyos eléctricos. Este año hemos podido comprobar como Elmo, Escorial y Estepona los usan con relativa frecuencia. Lo más importante es que se están realizando inspecciones en estas líneas para proceder a su aislamiento o corrección en el marco del LIFE Bonelli.
Mientras tanto, os seguiremos informando de los avatares de estas y otras águilas de Bonelli que ya vuelan libres en Mallorca y sobre las que tantas esperanzas tenemos puestas.
El COFIB quiere agradecer muy especialmente la labor intensa desarrollada este año por parte de voluntarios y colaboradores, como Bartomeu Morro (IBANAT), Abraham Bettens, Xavier Gassó y Melcion Barceló. Gracias a ellos los pollos de águila de Bonelli han estado más vigilados y mejor cuidados, por lo que han contribuido al éxito de las liberaciones de este año en Mallorca. También queremos agradecer a la propiedad de la finca donde se ubica la zona de liberación, que ha creído que era importante apoyar esta iniciativa y nos ha dado todo tipo de facilidades para hacer el hacking en sus terrenos.