La especie objetivo del proyecto es Hieraætus fasciatus* (Viellot, 1822) o Aquila fasciata. También conocida en castellano como de águila de Bonelli, águila perdicera o águila-azor perdicera.
El Águila de Bonelli está recogida en el Anexo I de la Directiva 2009/147/EC de Aves de la UE y en el Apéndice II de las Convenciones de Berna, Bonn y CITES. Está incluida en la lista del Comité Ornis de especies de aves prioritarias para la financiación de LIFE. Es SPEC 3 (estado de conservación desfavorable en Europa, pero la población no se concentra en Europa), de acuerdo con BirdLife International (2004).
Está sujeta igualmente a diferentes grados de protección a nivel nacional y regional.
El Águila de Bonelli es una especie rupícola y termófila que en Europa ocupa hábitats mediterráneos con relieve quebrado, desde el nivel del mar hasta los 1.500 m. Su hábitat predilecto lo constituyen terrenos despejados con pequeños bosquetes y arbolado disperso, entremezclados con campos de cultivo y matorral mediterráneo.
Nidifica habitualmente en cortados, manteniendo uno o varios nidos en uso. Realiza una sola puesta doble. La reproducción se extiende desde comienzos de febrero hasta finales de junio. Incuba durante 37-41 días y los pollos permanecen 60-70 días en el nido. Los pollos vuelan a mediados de junio y permanecen en el territorio natal hasta el mes de septiembre.
Los reproductores son territoriales, monógamos y sedentarios. El territorio puede oscilar entre 40-120 Km2, dependiendo de la disponibilidad de alimento. Se alimenta de presas de mediano tamaño, que captura en vuelo o en el suelo, a partir de posaderos o desde vuelos planeados. Practica la caza en tándem. La dieta se compone de conejo, córvidos, perdices, palomas, rapaces y otras aves, así como de ratas y lagartos.
Los jóvenes realizan una notable dispersión juvenil y alcanzan la madurez sexual a los 3-4 años. Con una aparente tendencia filopátrica hacia los territorios natales. Se estima una longevidad en libertad de 20-25 años. Precisamente este carácter dispersivo de los jóvenes, dificulta el seguimiento y la recuperación de la especie. Por ello es necesario llevar a cabo una monitorización y seguimiento muy detallada de los mismos.