El proyecto Life Bonelli pretende recuperar la distribución histórica del Águila Perdicera en la Cuenca Mediterránea. Dentro de este programa se liberan águilas perdiceras, entre otras acciones, como manejo de hábitat, rectificación de tendidos, etc. Las liberaciones se realizan fundamentalmente con individuos jóvenes, nacidos en cautividad o rescatados de nidos con problemas. Estas águilas pasan un periodo de tiempo variable en la zona de liberación, y meses después inician su dispersión juvenil.
La dispersión juvenil es un proceso por el que pasan las águilas perdiceras. Se trata de un periodo donde prospectan territorios buscando zonas con abundantes recursos tróficos. Normalmente, finaliza cuando encuentran un territorio donde se pueden asentar para reproducirse. En especies tan longevas como el águila perdicera, el proceso de la dispersión juvenil, puede durar varios años.
El periodo de estudio abarca el inicio de la dispersión juvenil de las águilas liberadas (1/09/2014-10/10/2014). La zona de estudio abarca cinco países (España, Marruecos, Argelia, Malí y Mauritania) y dentro de España se centra en cuatro Comunidades Autónomas (Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Andalucía). De las cinco águilas, cuatro no han salido de España y una ha realizado una dispersión transahariana (Figura 1).
Se han utilizado las localizaciones aportadas por los transmisores de las cinco águilas liberadas (Rómulo, Remo, Jatar, Haza y Zahara).
Como se ve en la figura 2, las águilas han realizado desplazamientos cortos hacia las áreas conocidas como “zonas de alimentación”, debido a la gran presencia de especies presa como conejo o Perdiz.
Las águilas perdiceras se caracterizan por poder comportarse como grandes dispersantes y pequeñas dispersantes. Durante el mes de Septiembre y Octubre cuatro de las águilas que se liberaron en 2014 se han comportado como pequeñas dispersantes, la quinta se comportó como una gran dispersante acumulando casi 4.000 Km en poco más de un mes. Hasta la fecha no se conocían desplazamientos tan grandes en esta especie. Se conocía un área donde podían llegar águilas perdiceras de desconocida procedencia en la costa occidental africana (IUCN), no se pensaba que fueran europeas, ya que el paso a África por el estrecho de Gibraltar esta poco contrastado.