La población de águilas de Bonelli en Mallorca ya empieza a ser eso: una población.

Es una población con 16 ejemplares que se mueven por la isla y eligen sus áreas favoritas de campeo y alimentación; se encuentran y comparten por unas horas o unos días un determinado territorio; dos se han emparejado y ya se han reproducido en 2014, aportando a esta incipiente población el primer ejemplar verdaderamente mallorquín; cazan presas que hasta ahora no tenían depredadores, como las gaviotas; en fin… esta población hace lo que todas las poblaciones sanas: crecer y multiplicarse.

Además, en 2014 hemos liberado más aves que nunca desde 2011, siete. Ha sido un año duro, con problemas, pero los hemos podido superar gracias a la labor en equipo del LIFE BONELLI y su red de apoyo. Finalmente todas las aves liberadas se están adaptando bien al entorno, y no se ha registrado ninguna baja en todo el año.

Es muy curioso observar, gracias a los emisores satélite con que están dotados, las diferencias en el comportamiento entre ejemplares. Algunas águilas se posan en apoyos eléctricos, otras no lo hacen nunca incluso en las mismas áreas dónde aquellas los frecuentan. Las hay muy fijadas a un pequeño territorio, donde tienen comida y tranquilidad suficiente como para no alejarse, pero otras gustan de darse una vuelta por la isla de vez en cuando para después regresar a su zona favorita.

En definitiva, 2014 nos ha dejado una buena expectativa de cómo esta pequeña población puede evolucionar para cumplir el objetivo de restaurar el ecosistema mallorquín con este importante elemento que el hombre le arrebató hace 45 años.

Muchas gracias a todos los que lo hacéis posible, que sois muchos.

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