Desde octubre hemos liberado tres hembras jóvenes en Mallorca: una de primer año y dos de segundo año. Las tres se han adaptado bien, a pesar de las duras historias que llevan detrás que las llevaron, por suerte, a un centro de rehabilitación –otras muchas mueren en el campo sin tener una segunda oportunidad-.
1. Daimiel, originaria de Toledo. Nacida en 2013, en octubre de ese mismo año recibió un disparo y se fracturó las dos patas en Granada. Ha costado bastante que se adaptara a la vida en libertad, ya que ha estado cuatro meses dependiendo de la comida aportada por el equipo LIFE BONELLI. En diciembre, cuando pensábamos que ya se estaba independizando, nos dimos cuenta de que en realidad estaba ‘carroñeando’ en un comedero para milano real, recurso que compartió con Dante, un juvenil criado en GREFA. Hasta finales de enero Daimiel no se alejaba de un radio de 500 m de la zona de liberación, ahora ya se mueve en un radio de 3,5 km y no depende de ningún aporte.
2. Dílar, hembra andaluza, nacida en 2013, en agosto de ese año sufrió un traumatismo que le causó la rotura de húmero y desnutrición. Fue liberada en Mallorca en noviembre pasado, y se adaptó bastante bien desde el principio. Se fijó en una finca ganadera y cinegética. Se le ha ido cebando 1-2 veces por semana, hasta que hace 10 días se animó a recorrer más de 50 km del tirón, hasta una zona muy buena de dispersión juvenil. Allí se encontró con otras águilas, pero regresó al día siguiente a su ‘finca’, que ahora comparte con Dante.
3. Estepa, otra hembra andaluza, nacida en 2014. A finales de junio de ese mismo año ingresó en el centro de recuperación de Granada con desnutrición, perforación de buche y un posible inicio de cataratas por traumatismo. Es un ejemplar de gran tamaño. Su liberación fue un poco accidentada ya que el gran temporal de viento, al que siguió otro de nieve -inusual en la zona noreste de Mallorca-, complicó sus primeros 10 días en libertad. Sin embargo, el instinto no le falló y ha subsistido por sus propios medios durante dos semanas. Ahora también ha entrado a las cebas, lo que facilitará más su adaptación.
Desde el equipo LIFE BONELLI queremos agradecer a todos lo que hacen posible que estas aves tengan una segunda oportunidad, desde las comunidades autónomas que las han cedido (Junta de Andalucía, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha), pasando por el personal del Parque Natural de la península de Levante por su compromiso con este proyecto, así como colaboradores y voluntarios.