Aunque en uno de los casos no son sus padres biológicos, no importa. Nuestras parejas reproductoras están formadas por padres y madres dedicados.
Hoy hemos procedido a cambiar las segundas puestas de dos de nuestras parejas por los dos polluelos nacidos en nuestra sala de incubación. Los progenitores no han dudado en recibir a estos pequeños aguiluchos con cariño y sin escatimar en atenciones. A partir de ahora depende de ellos, ya que no volveremos a intervenir hasta que llegue la fecha de su liberación, a los 45-50 días de edad. Hasta entonces nos limitaremos a observar y aportar la comida que necesitará cada una de las familias.
¡Buena suerte!