Al optimismo generado por los éxitos de LIFE Bonelli a veces se contraponen hechos que nos muestran lo complejo y difícil que puede resultar la reintroducción de una especie amenazada. Ayer encontramos muerta a Estepa, la más reciente águila de Bonelli que habíamos liberado en Mallorca, el pasado enero, tras ser cedida por la Junta de Andalucía. Tras la necropsia, realizada en el COFIB, se confirma que ha muerto por inanición.
Estepa era ya de por sí un ejemplar complicado: procedía del centro de recuperación de fauna de “El Blanqueo” (Pinos Genil, Granada), donde había ingresado a finales de junio de 2014 con graves heridas de origen desconocido y, tras su recuperación, no llevaba ni dos meses desde que echó a volar por primera vez. Por lo tanto, tenía muy poca experiencia vital en libertad.
Tras su reintroducción en Mallorca, Estepa empezó a ignorar la alimentación suplementaria a finales de enero y comprobamos que había cazado por su cuenta. El seguimiento telemétrico nos indicaba que se había asentado en varias fincas de la isla con muchas presas a su disposición, ideal para ir adaptándose a su nuevo entorno, pero no fue suficiente. Definitivamente, en los proyectos de reintroducción, así como en la propia naturaleza, es inevitable que se produzcan bajas. Estepa tuvo una segunda oportunidad que no pudo aprovechar. Un día triste para LIFE Bonelli.