Marne es el nombre de la última de las águilas de Bonelli o águilas perdiceras que han sido liberadas este año en la Comunidad de Madrid. Proviene del departamento francés de Vendée, donde fue criada en cautividad en el centro UFCS que dirige nuestro amigo y colaborador Christian Pacteau. Marne fue emplazada en el hacking de la zona de liberación esta pasada primavera, al igual que el resto de los ejemplares de su especie reintroducidos en 2015 en territorio madrileño. Conviene recordar que todas estas acciones se engloban dentro del proyecto LIFE Bonelli, que pretende la recuperación del águila de Bonelli en sus poblaciones españolas más precarias o incluso desaparecidas.
Nuestra amiga echó a volar a principios de julio, permaneciendo en la zona de liberación hasta el 28 de agosto. Fue entonces cuando comenzó su primer gran viaje, que hemos podido seguir gracias al emisor satelital que porta. Marne recorrió toda la vertiente norte de la sierra de Gredos, para después internarse hacia el norte de Extremadura y finalmente llegar hasta Portugal por el Tajo Internacional el 4 de septiembre. Tras dos días en tierras portuguesas, dio comienzo su viaje de regreso.
Después de un pequeño recorrido "turístico" por el centro de Extremadura, el 8 de septiembre tomó la ruta del valle del Tajo,pasó a la provincia de Toledo y volvió, como esperamos siempre de nuestras bonellis, justo al punto de liberación madrileño el 9 de septiembre. Marne ya sabe lo que es viajar, pero habrá pensado que como en casa en ningún sitio.
Peor suerte ha tenido Flandres, hermana de Marne y como tal nacida también este año en las instalaciones de Christian Pacteau. Aunque se hace todo lo posible para velar por las águilas reintroducidas en el contexto de LIFE Bonelli, por desgracia se producen de cuando en cuando bajas, especialmente en la primera fase de adaptación de los ejemplares reintroducidos a la vida en libertad. Flandres fue localizada muerta el pasado 23 de agosto en las proximidades del hacking madrileño desde donde había empezado a volar 45 días antes, con indicios de haber sido posiblemente atacada o carroñeada por algún mamífero, quizás un zorro o un jabalí. El emisor de esta malograda águila de Bonelli nos permitió dar con la localización exacta de sus restos.
Pero los avatares de nuestras águilas de Bonelli no acaban aquí. Albali, un tercer ejemplar reintroducido en la Comunidad de Madrid, del que conocíamos que presentaba desde muy pequeño algún problema para el vuelo, pudo ser rescatado de un río en el que había caído. Gracias a la señal del emisor pudimos llegar a tiempo y salvarle de una muerte segura por ahogamiento. En este momento, esta águila de Bonelli a la que después de todo le sonrió la suerte está en fase de recuperación en el Hospital de Fauna Salvaje de GREFA. Si finalmente conseguimos que llegue a volar en condiciones aceptables, intentaremos que tenga una segunda oportunidad para reiniciar su vida en libertad.
El resto de las águilas de Bonelli liberadas en 2015 la Comunidad de Madrid en desarrollo del proyecto LIFE Bonelli se encuentran en casi todos los casos en su fase de dispersión juvenil, lo que les llevará a realizar importantes desplazamientos y tener que superar peligros y amenazas. De los que les acontezca en una etapa tan decisiva de su ciclo vital os tendremos puntualmente informados.