El pasado 10 de diciembre procedimos a realizar en el sureste de la Comunidad de Madrid la captura de la primera hembra de águila perdicera o de bonelli en estado silvestre que marcamos dentro del LIFE Bonelli. Anteriormente se habían capturado otros tres ejemplares silvestres de la especie en el contexto del proyecto apoyado por la Unión Europea con el que varias ONG, organismos, entidades y empresas estamos intentando contribuir a la recuperación de este águila-azorl. Pero en esas ocasiones previas todos los ejemplares capturados fueron machos.

De hecho, el último macho que capturamos fue “Señor”, precisamente la pareja de la hembra que acabamos de marcar y que por motivos obvios ha sido bautizada como “Señora”, como señorial es su presencia en la Comunidad de Madrid. Tras terminar la revisión veterinaria del ejemplar y constatar que se encontraba en perfecto estado, se procedió a su marcaje con un emisor satélite GPS. Minutos después ya se encontraba libre y su emisor recogiendo y enviando posiciones. Todos estos trabajos fueron realizados gracias a la ayuda de Víctor García Matarranz, técnico del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama). Reseñar la importancia de los trabajos veterinarios in situ que cada vez tienen más relevancia en el control sanitario de los animales silvestres.

Esta acción es muy importante debido al conocimiento que nos va a aportar sobre el uso del territorio por parte de las águilas perdiceras, los riesgos y problemas a los que se enfrentan (tendidos eléctricos y hábitats subóptimos, entre otros). Así por ejemplo, la información que vamos acumulando nos está sirviendo, entre otras cosas, para realizar un mapa de riesgo de electrocución que se encuentra en su fase final. Ya os daremos más detalles.

Tweet

Share