Es una época de mucho trajín en los centros de cría de LIFE Bonelli. Numerosas especies están en plena reproducción y los equipos de cría en cautividad están a tope. No obstante, pocas veces hablamos de la importancia logística que tienen las parejas reproductoras que viven en instalaciones como las de nuestros socios de GREFA en lo que se refiere al manejo de los ejemplares que pasan temporalmente por este centro, como es el caso de los pollos destinados a ser liberados por nuestro proyecto.
Aunque sean animales que están en tránsito por GREFA, permanecen en este centro de cría durante algunas semanas y necesitan cuidados especiales. Es el caso del águila de Bonelli, durante los meses de mayo y junio, por lo que respecta a los pollos que provienen de los rescates y extracciones desarrollados en nidos de Andalucía, con la colaboración del Gobierno regional. Gracias a este esfuerzo solidario de las autoridades andaluzas contamos con aves para emprender liberaciones en otras zonas menos boyantes para la especie, con poblaciones muy precarias o incluyo ya extintas, en el contexto de nuestro proyecto. Lo mismo cabe de decir de las jóvenes águilas de Bonelli que llegan a GREFA y tienen su origen en los otros dos centros de cría, franceses ambos, colaboradores de LIFE Bonelli.
Días atrás llegaba a GREFA, con sede en Majadahonda (Madrid), desde las Alpujarras granadinas, un joven águila de Bonelli de poco más de treinta días, que casualmente tenía la misma edad que uno de los ejemplares de la especie nacidos en 2017 en este centro y que ya estaba siendo cuidado con esmero por una de de las parejas nodrizas de LIFE Bonelli. Así las cosas, desde el equipo de cría de GREFA se decidió encargar a esta pareja nodriza el cuidado del segundo polluelo. Y hay que decir que todo fue de maravilla. Los padres "novatos", lejos de extrañarse tras la aparición de un segundo pollo, han cumplido con su cometido a la perfección. Tanto es así que desde entonces el polluelo "adoptado" no ha hecho más que crecer sin parar.
Este procedimiento, denominado "fostering", asegura que los ejemplares tengan una evolución psicológica óptima durante su desarrollo temprano, lejos del contacto humano. Ahora solo queda esperar a que ambas águilas de Bonelli cumplan la edad ideal para ser equipadas con transmisores y liberadas mediante crianza campestre en alguna de las áreas elegidas para las liberaciones por LIFE Bonelli, presumiblemente Álava.